En México crece la escasez de monedas de 5 y 10 pesos. Te explicamos por qué falta el cambio, cómo influye la inflación, el transporte público y qué prevé el gobierno ante el uso creciente de efectivo.
La falta de monedas de 5 y 10 pesos se volvió tema nacional en los últimos días. Comerciantes y consumidores aseguran que estas piezas “brillan por su ausencia”, especialmente con el reciente aumento en la tarifa del transporte público de 8 a 9.50 pesos. Aunque en México circulan 3.3 billones de pesos en billetes y monedas, la creciente demanda de efectivo supera la disponibilidad de ciertas denominaciones.
Según la ENIF, 73.5% de los mexicanos usa efectivo incluso en pagos mayores a 500 pesos, lo que confirma que el cash sigue siendo un pilar en la economía cotidiana. Esto incrementa la competencia por el cambio pequeño.
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Comerciantes como Amanda y Carlota afirman que cada vez es más difícil completar transacciones por la falta de monedas. Para muchos clientes, conservar monedas se volvió indispensable para pagar el transporte diario.
TEMPORADA DE ALTO FLUJO Y MENOS CAMBIO
Expertos explican que el fin de año también presiona el flujo de efectivo: aguinaldos, cajas de ahorro y bonos generan un incremento en billetes de alta denominación. Aunque Banxico informó que la base monetaria aumentó más de 45,000 millones de pesos en una semana, esto no resolvió la falta de monedas chicas.
El académico Héctor Magaña indica que la temporada decembrina crea la percepción de que no hay suficiente cambio para las operaciones diarias. Comerciantes reportan que desde hace tres semanas la escasez es más evidente.
Usuarios como Alfonso refuerzan la teoría: ahora deben cuidar las monedas de mayor valor para cubrir el transporte, lo que reduce la disponibilidad para pagar en negocios locales.
DATOS CURIOSOS
· México tiene una de las mayores demandas de efectivo en Latinoamérica
· 85.2% de las compras menores a 500 pesos se pagan en cash
· Las monedas de 5 y 10 pesos son las más retenidas por usuarios del transporte
¿DIGITALIZACIÓN, UNA SOLUCIÓN A LARGO PLAZO?
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció una estrategia para impulsar la digitalización de pagos, tomando como referencia modelos exitosos de Brasil e India. El objetivo es reducir el uso del efectivo sin excluir a la población con acceso limitado a internet o banca.
Paralelamente, la Casa de Moneda de México planea modificar la producción de monedas de 1, 2 y 5 pesos, fabricándolas con acero recubierto de bronce para reducir costos y mejorar criterios ambientales.
Aunque los pagos digitales crecerán 61% hacia 2030, especialistas señalan que México seguirá dependiendo del efectivo, sobre todo entre grupos con baja penetración financiera y en regiones con alta informalidad.
En conclusión, aunque haya planes para modernizar el sistema de pagos, la demanda de efectivo seguirá siendo alta, y episodios como la escasez de monedas podrían repetirse mientras el país transita gradualmente hacia una economía menos centrada en el cash.





